Una temporada más, y van unas cuantas, el Barcelona mostró al Real  Madrid la sideral distancia que los separa. Con independencia de la  contundencia del marcador final -una manita con significativas  reminiscencias para unos y otros-, el partido volvió a reflejar las  diferencias entre un equipo hecho, redondo, y otro por montar. Está por  ver si las turbulencias que seguirán a esta derrota lo dejan crecer.
LAS CLAVES
La pegada culé. En sus tres primeras ocasiones, el Barcelona hizo  dos goles y estrelló un balón en el palo. En 20 minutos, el partido  estaba resuelto. El rondo del gol de Pedro, memorable. 
Messi y Villa, papeles cambiados.Esta vez, 'La Pulga' se disfrazó de asistente y 'El Guaje' de ejecutor.  Además, los otros tres goles culés llevaron el sello de La Masía. 
¿Y las estrellas blancas?  No apareció Özil, apenas Di María, nada Benzema... Sólo Cristiano, al  menos, le echó ganas. Pero incluso él decidió dejarlo muy pronto por  imposible.
  
Autor: Fernando Montenegro 
No hay comentarios:
Publicar un comentario