El Real Madrid fue recibido con una inusitada expectación en el  aeropuerto de El Prat, con cerca de 2.000 personas vitoreando la llegada  de los blancos. Hasta ahí todo correcto.
Pero a la llegada al hotel Juan Carlos I el calor y el entusiasmo se  tornó en malos modos, escasa seguridad y pedrada al autobús por un grupo  de radicales. Se rompió una luna al lado de los asientos que ocupaban  Albiol y Arbeloa y un miembro de la seguridad del Madrid sufrió también  una pedrada en la espalda y en la cabeza.
Afortunadamente no hubo que lamentar más daños personales. Los  jugadores pudieron acceder a las dependencias del hotel sin ninguna otra  incidencia.
Autor: Fernando Montenegro 

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