Lo bueno se hace esperar. El estadio de Anoeta vivirá este domingo a las  21.00 horas un partido que lo lleva esperando mucho tiempo. La Real  Sociedad recibe al Athletic 1.405 días después de su último  enfrentamiento en Primera división. Ha llovido mucho desde entonces pero  la Liga ya necesitaba un encuentro como el derbi vasco.
Porque este  tipo de choques supone lo primero de todo un pique sano entre las dos  aficiones. Y dentro del terreno de juego ese pique también existe. A lo  largo de los años se ha pasado por momentos buenos y otros no tan  buenos. Un caso que aún se recuerda en Guipúzcoa es el de Joseba  Etxeberria. El ya retirado futbolista aterrizó en el club rojiblanco con  tan sólo 17 años procedente de la Real. Ese fichaje, que costó al  Atheltic 550 millones de las antiguas pesetas supuso un terremoto entre  los aficionados 'txuri urdin' ya que no se entendía cómo una de sus  grandes promesas podía acabar en las filas del eterno rival.
23 derbis vascos jugó Etxeberria y este domingo recordará sentado en  el sofá de su casa aquel encuentro de hace varias temporadas en el que  endosó dos goles al que fuera su equipo de la infancia. No estará el  jugador más odiado por la parroquia realista, pero sí se estrenarán en  este tipo de encuentros los entrenadores Martín Lasarte y Joaquín  Caparrós, que afrontan este derbi con la esperanza de dar una alegría a  su hinchada.
La Ertzaintza también tuvo que 'jugar' este viernes
Por si la rencillas del pasado no fueran suficientes, el choque de este domingo llega con la polémica de las entradas. En media hora se agotaron las escasísimas entradas que el Athletic puso a la venta en las taquillas de San Mamés, quedándose la mayor parte de los aficionados que esperaban conseguir una localidad sin ellos. Esto provocó tal revuelo que hasta la Ertzainzta tuviera que intervenir en las protestas y se vio obligado a evacuar al presidente bilbaíno, García Macúa.
Autor: Fernando Montenegro 
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